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Por descalificación pierden los nuevos Perros del Mal: Texano Jr, Súper Nova y Garza

Madrugan a los Perros del Mal
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El Grupo Internacional Revolución continúa con los festejos por el 49 aniversario de la Lucha Libre en Naucalpan, y en esta ocasión presentó un cartel en cuyo combate estelar aparecieron los nuevos Perros del Mal: Texano júnior, Súper Nova y Héctor Garza, quienes dieron la bienvenida al debutante Canis Lupus, Negro Navarro y Head Hunter.

Texano júnior y Negro Navarro se encargaron de iniciar las acciones, dando una muy buena demostración de lucha a ras de lona que arrancó los aplausos del respetable. La experiencia del Negro Navarro salió a relucir en este enfrentamiento, pero el Texano júnior demostró tener buenas hechuras y respondió al tú por tú a las llaves de su adversario.

Héctor Garza fue el encargado de darle la bienvenida a Canis Lupus, quien salió bien librado en ese primer enfrentamiento y no se achicó al momento de hacer frente al regiomontano. Súper Nova, por su parte, tuvo la encomienda más difícil, pues le tocó medirse al Head Hunter. Pese al mayor peso y estatura del dominicano, Súper Nova, auxiliado por el Texano, logró sacar del ring al rudo, para después rematarlo con tope hacia afuera del cuadrilátero. Arriba del enlonado, Texano sorprendió al Negro Navarro con una cerrajera y Garza dio cuenta de Canis Lupus con un mortal desde la tercera cuerda, pera finiquitar la primera caída.

Comandados por el Negro Navarro, los rudos se fueron con todo en la segunda caída. No obstante, los Perros reaccionaron y estuvieron a punto de llevarse la lucha en dos al hilo, pero el Head Hunter sacó de su bota izquierda una cadena y, sin que lo vieran los réferis, golpeó a Garza en la mandíbula, dejándolo noqueado y listo para la cuenta de tres segundos. Al ser Garza el capitán de la Jauría, la lucha se empató.

Para la tercera y definitiva, Texano y Súper Nova dominaban a Canis Lupus y al Negro Navarro. Héctor Garza, mientras tanto, logró arrebatar la cadena al Hunter y lo golpeó con ésta. Para mala fortuna del Querubín, el Yudi observó que aún tenía la cadena en la mano, y ni tardo ni perezoso descalificó a los Perros del Mal.

Texto: Diego Mejía Eguiluz
Fotos: José Lázaro Rodríguez y Alfonso Lizárraga

 
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